Consigue borrar esa mueca eternamente enfadada a Vegeta de la manera más sencilla y efectiva: Buscando aquella
ropa alegre y repleta de color que mejor encaje en su castigada y trabajada anatomía. Así la próxima vez que se cruce con Son
Goku le dedicará una deslumbrante sonrisa en lugar de un Kame Hame.