Elsa le regala a
Rapunzel una máquina del tiempo para viajar al futuro. Una vez allí deciden que han de adecuar su aspecto a la
moda reinante, así que se someten a una sesión de
maquillaje y de selección de
ropa dando prioridad a los azules brillantes, los tonos metálicos y todo aquello que encaje en esta sociedad ultra-tecnológica.