El juego comienza con una apuesta al jugador, al banquero o al empate. La mano de
cartas que consiga o más se acerque al nueve, gana. Cuando el jugador y el banquero totalizan la misma cantidad de puntos, se declara en empate. Bienvenido al mágico juego del Baccarat, un
clásico de las
cartas y uno de los pasatiempos predilectos de James Bond.