Antes de salir a la calle, antes de saludar al primer vecino,
Barbie siente la incontrolable necesidad de seleccionar una
ropa que realce su eterna
belleza. Y antes del café con leche y de agarrar el picaporte de la puerta,
Barbie se somete a una completa sesión de
maquillaje.No es que la necesite, pero es parte del ritual. Ella es así.