Este hermoso
unicornio no lo ha tenido fácil a lo largo de su aún escueta vida. Llega hasta tus brazos herido, sucio y triste. Es momento de que apliques todo tu
amor y cariño en lavarlo, curar sus heridas, peinarlo y buscarle una
ropa que le haga brillar de nuevo y motive la recuperación de su felicidad.