Ser Princesa y vivir en palacio tiene un buen montón de dulces ventajas. Pero también inconvenientes. Los palacios son muy grandes, se ensucian mucho y hay que limpiarlos y arreglaros de vez en cuando. Cierto que hay un servicio especializado en esas tareas, pero entonces no habría juego alguno y se trata de pasar un buen rato.