Ponte un
ski en cada pié y lánzate colina abajo deslizándote por la
nieve en busca de la meta. La
carrera no será sencilla, porque tendrás que evitar tropezar con las piedras y las vallas que encontrarás en el descenso. Muévete a la izquierda o la derecha según convenga y procura no morder el polvo. O la
nieve.