Para que la
bola entre en el hoyo no tendrás que calcular la distancia, ni el
arco, simplemente la potencia del golpe. Según lo lejos que esté el hoyo, y dependiendo de la altura con respecto a tu montículo, mantén presionado el botón hasta que creas conveniente. El juego se encarga del resto. Puedes fallar diez veces, a partir de ahí todos será un comenzar de nuevo.