Este chef está muy contento porque se divierte lanzando alimentos con un
cañón contra otros tantos víveres que descienden del cielo y amenazan con sepultarle. La idea es emparejar en grupos de tres los mismos comestibles, todos ellos dulces. Así desaparecerán y evitarás que el pobre chef termine pisoteado por
comida tan rica como poco saludable.