Convierte a estos lápices tristes en lápices felices usándolos para aquello para lo que fueron concebidos,
colorear una larga lista de preciosos dibujos rebosantes en inocencia, bondad y sencillez. Lo pasarás genial aplicando color con total libertad y sin salirte de la línea. Aunque si te equivocas, siempre puede borrar y comenzar de nuevo.