Nada nuevo a la vista, un
clásico juego de
carreras de coches donde tendrás que superar a tus contrincantes, evitar manchas de aceite, coger bien las curvas y acumular monedas. La diferencia es que lleva el sello de
Lego, y ya sabes lo que significa eso: calidad, diversión, piezas desmontables y señores sonrientes calvos y con la cabeza amarilla.