Pon a prueba tus dotes como lanzador de tartas. Por estas ventanas asomarán buena gente y mala gente. Esta segunda será fácilmente identificable. Lanza tus tartas contra los villanos, pero ten cuidado no dejes que se te
escape ninguno y, más importante aún, procura no acertar en la cara de aquellos que no lo merecen.