Influenciadas por el indiscutible éxito del k-pop, estas
princesas deciden hacer su propia banda. Pero, acorde a su naturaleza, antes que aprender a tocar
instrumentos o cantar, las
chicas se preocupan por sus atuendos. Seleccionan a la que encaje más en cualquiera de los roles propios de un grupo musical y, seguidamente, abren el armario para elegir la
ropa más perfecta.