La cara oscura de la luna ya no es ningún secreto. Tal es así que las dos cara del satélite se enfrentan jugando al pong. Cada lado tendrá su
plataforma, una que se desliza de arriba a abajo y cuya finalidad es hacer rebotar el balón para meter un gol en el hemisferio opuesto. Un
clásico de los juegos puesto al día con gracia y salero.
