Un tablero. Un puñado de
bolas de colores. Dos tacos. Es todo lo que necesitas para jugar una partida de
billar con todas sus respectivas emociones. Calcula bien la dirección de
bola, la potencia del golpe y lánzala. Si eliges la función
multijugador, podrás competir en tiempo real, cosa que siempre aporta un grado de intensidad a la partida.