Agarra bien los remos y adéntrate en estos ríos desbocados a la búsqueda de patos. Recolecta cuantos más puedas, pero tendrás que tener cuidado con las pronunciadas curvas, así como con la piedras en medio del camino y los furiosos
osos. Rema como si no hubiese una mañana y consigue llegar al final del río.