¡Que llega la Navidad! Y
Santa Claus sigue rascándose la barriga en el Polo Norte. En cuanto se entere de que llega tarde, tendrá que
correr. Y no bastará con que lo haga sobre la
nieve, tendrá que pasar por un camino de
plataformas repletas de peligros, salto a salto y recolectando todos los palos de azúcar que le darán energía.