Hay que recorrer el polo norte hasta
encontrar la salida, lo que significa continuos desniveles, muchas monedas doradas que recoger y la posibilidad de que te queden sin gasolina, así que procura
correr evitando que el coche se vuelque. Seas
Santa Claus, uno de sus elfos o un simple ser humano con ganas de
conducir.