Este par de amigos han decidido cambiar el pasatiempo del fin de semana. En lugar de beber cerveza y perseguir a los
cerdos del corral, se han animado a jugar a ser Guillermo Tell. Uno se coloca una manzana sobre la cabeza y el otro debe calcular potencia y grados para el lanzamiento de la
flecha. Es muy posible que su amigo fallezca en algún momento, pero ya lo tienen asumido.