Calaveras contra Zombies. Las primeras se han convertido en proyectiles que lanzarás contra un puñado de muertos vivientes encaramados a una serie de frágiles estructuras. La idea consiste en utilizar cuantas menos, mejor. Así que calcula bien tu
puntería, la fuerza y la curvatura del lanzamiento para crear la máxima
destrucción posible.