Capitaneas a un puñado de hambrientas criaturas cuya función consiste en devorar una cuidad entera. Edificios,
coches, farolas, todo es comestible y comerlo multiplica tu ejército. Algo que te hará falta para combatir a otros grupos de criaturas de distintos colores con idéntica finalidad y que podrían
cazar a tus legionarios y hacerlos suyos.