Existe una manera muy rápida y eficaz de
construir edificios bien altos, acumulando un
bloque de pisos tras otro con ayuda de una pesada pero algo descontrolada grúa. Lo único que requiere es tener buen ojo y
puntería para que todos los
bloques queden alineados verticalmente o, por lo menos, que la torre luego no se derrumbe.