Bienvenido a esta reproducción cúbica y cuadriculada de un típico barrio neoyorquino. Como todos ellos, aquí también hay una pista encabezada por una canasta. Y donde hay una canasta, hay una pelota de
basket lista para introducir por su aro, previo cálculo mental de la distancia, la curvatura y la potencia. ¡¡Welcome to the hood!!.