Hoy es un día muy caluroso y
Gumball no puede dormir. Así que decide entretenerse lanzando globos rellenos de agua a todos sus acalorados amigos del barrio. A tal
aventura se une Darwin, que se encargará de lanzar previamente piedras para
destruir aquellos
objetos que impidan que los globos rellenos de agua fluyan alegremente.